miércoles, 10 de septiembre de 2008

Western





Western
Por Benjamin Gonzalez Ornelas


El olor a polvora quemada,inundaba el espacio.
depues de un sonido estremecedor que dejo sordos al menos por un instante a todos los que se encontraban cerca.
La bala habia atravezado su pecho,dejando brotar a borbotones la sangre.
su cuerpo tendido a mitad de la calle principal frente a la taberna,del pueblo.
rompia con la estampa cotidiana, y un silencio sepulcral, se respiraba en el aire.
uno a uno, los curiosos empezaron a reunirse sin decir palabra,
alrededor del ya frio e inerte cadaver.
complices del silencio que en ese momento reynaba,temerosos del acontecimiento no previsto,parecia que todos tenian el mismo pensamiento,nadie intento levantarlo,nadie dijo absolutamente nada.
incluso los niños, que se hacian de las manos de sus madres,mostraban un rostro inexpresivo,nadie grito, nadie lloro,¿quien lo asesino?
¿quien se hizo justica por su propia mano?pregunas sin respuesta,que en el aire quedaron formuladas.
nadie vio nada,no se culpo a nadie.en pocos minutos todos se habian alejado.
al final del dia,ya habian retirado el cuerpo.
el viento se llevo los restos de olor a polvora.
y el recuerdo de aquel fatidico dia se esfumo.

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