Hilos de nubeBenjamín González Ornelas
Las vidas de ambos se hilaron en nubes blancas.
que como lluvia cayeron sobre el campo,
haciendo germinar la semilla en nuestros corazones.
Lo que en un tiempo fue retoño,
ahora es un árbol frondoso cuya cúspide llega a los cielos;
su follaje proporciona sombra a propios y extraños,
y sus raíces profundizaron en la tierra virgen.
Su corteza es el valor, sus ramas son las experiencias adquiridas,
sus hojas los momentos buenos...los malos se secan,
caen sobre el campo y terminan arrastrados por el viento.
De él brotan frutos, anunciando el tiempo de cosecha...
cortemos algunos para calmar el apetito.
Ya no hay mas carencia,
es el tiempo de la ciega,
el deleite esta en el gusto de probarlos y disfrutarlos.
Son de cáscara blanda y fina,
su sabor inigualable.
Estos frutos de nuestro entendimiento,
rebosan en la canasta que sobre la mesa está.
Y día a día, nutren de cariño nuestras almas
que estaban hambrientas.
Es hora de atar las gavillas y quemar los malos recuerdos,
que con las cenizas se nutran, dos seres enamorados.
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